lunes, 27 de abril de 2020

LA FORTUNA EN LAS CASAS (CASAS 5 a 8)

La Fortuna en la Casa 5

 Aquí el individuo siente su mayor felicidad cuando se compromete con un acto de creación.
Tanto si se manifiesta como un talento particular o simplemente como un modo de jugar a vivir, es capaz de identificarse personalmente con todo lo que crea.
Posee una gran capacidad de convertir sus sueños en realidad. La realidad en que vive está hecha en gran parte por él mismo.
A fin de que esta persona alcance su mayor felicidad, no sólo debe hacer una distinción con la gente que escoge como amigos –ya que ellos tienen el poder de ser la inspiración o la destrucción de la felicidad-, sino que también debe ser selectivo en relación a los sueños que elige intentar alcanzar.

 Pero este don no es sólo para charlar. Cuanto más habla uno sobre lo que intenta crear, menos voluntad y energía tiene a su disposición.
Esta persona sabe que los soñadores son la fuente invisible de la creación, por tanto su mayor satisfacción y felicidad deriva de involucrarse profunda e intensamente en todo lo que es capaz de crear.
Muchas de las personas con esta posición experimentarán su mayor felicidad a través de una brillante creación, ya sea en el campo de las artes, del teatro o a través de un hijo muy especial.
En todo momento este individuo sirve a la humanidad absorbiendo los sueños que la gente no sabe cómo utilizar, cribándolos y aplicando lo que ha aprendido a su propia creación.
Se encontrará con que mucha gente no parece tener la voluntad de hacer aquello que imagina.
Si trata de infundirles su propio deseo, creyendo que así se sentirán más comprometidos, creará una oposición consigo mismo.

 Para la persona creativa no existe mayor felicidad que la una dinámica vida de acción, esencia y evolución. Mediante el proceso de imitación uno se siente más cerca del Creador.
Ésta es la felicidad especial que proporciona la parte de la Fortuna en la 5ª Casa.

La Fortuna en la Casa 6

 Esta posición proporciona mucha felicidad a través del trabajo. La persona se satisface a sí misma mediante un uso prudente de su tiempo y su energía. Ve cómo los demás duermen retrocediendo hacia su pasado reflexionando sobre situaciones ya resueltas, mientras que él es capaz de estar por encima de la confusión delas emociones negativas gracias a un carácter tremendamente activo que siempre está sirviendo y consiguiendo.
Sabe permanecer en el presente, atento a los detalles que mucha gente ignora u omite, pesando que de algún modo se irán.

No permite que las cosas se acumulen hasta el punto de interferir en la experiencia de la felicidad. Siente una gran satisfacción mediante la sistematización de su vida y trata de organizarla de modo que funcione como una máquina bien engrasada. 
Y cuanto más lo hace así, más siente que está participando en el engranaje esencial de la existencia.
Aquí la actividad es la palabra clave para la felicidad. Conociendo el infinito, uno debe funcionar en un mundo finito en el que las técnicas pueden aplicarse mejor.
De todas las posiciones zodiacales, la persona con la Fortuna aquí sabe mejor cómo hacer que las cosas funcionen.
Mediante una gran comprensión del funcionamiento de las cosas, junto con una gran capacidad de ver todo el infinito a través de la Casa 12 (su complementaria), existe un poderoso potencial para actuar correctamente.

 Esta persona será más feliz cuando aquello que decide hacer le lleve de la satisfacción de una necesidad personal a otra.
Para algunos el concepto de servicio y trabajo significa una existencia mundana y aburrida.
Sin embargo, para la persona con la Fortuna en la Casa 6, está en mejor armonía con el centro de su ser cuando sabe lo bien que está funcionando en términos de su potencial. Eso le proporciona una gran felicidad.

La Fortuna en la Casa 7

Aquí la mayor felicidad del individuo procede de los demás. El individuo vive una identidad impersonal que sólo se vuelve personal cuando se halla en presencia de los demás. Busca la unión constantemente, ya sea a través del matrimonio, la amistad o el compañerismo.
Estas y otras formas de relación le acercan a experimentar la identidad personal del otro.
Siempre ve en los demás más felicidad de la que es capaz de ver en sí mismo. En consecuencia tiene una fuerte tendencia a hacer que los demás sean más conscientes de su propia felicidad.
De este modo vive en realidad una identidad impersonal, puesto que todo lo que desea es para el bien de los demás. 
Es capaz de sentir las necesidades de ellos y de motivarles para que se satisfagan a sí mismos. Ver cómo crecen los demás le proporciona felicidad.

 Dado que su propia identidad no se halla en un nivel meramente personal, posee la capacidad de mirar al mundo con objetividad. 
Estudia acción y reacción, causa y efecto, y está profundamente interesado con el modo en que la gente se relaciona. 
Por tanto un día sabrá cómo combinar esos factores que Dios ha querido que constituyan para los hombres la experiencia de una unión perfecta.
Sacrificará gran parte de sí mismo para conseguir para conseguir esa unión, y cuando lo consiga sabrá que el amor que recibe es mucho más rico y profundo que el que experimenta la mayoría de a gente.
A nivel inconsciente cuida los demás más de lo que ellos cuidan de sí mismos. Trata de llenar los vacíos de las vidas de otras personas, a menudo tratando de calmar y suavizar sus traumas y problemas.
Sin embargo le cuesta saber lo que realmente quiere para sí mismo, y a través de otras personas se le mostrará la profesión en que eventualmente llevará el timón de su barco.

 Durante su juventud esta persona es influenciada con demasiada facilidad por fuerzas externas para saber hacia dónde se dirige en realidad. Tan pronto como sea capaz de encontrar, comprender y aceptar su yo impersonal, se formará una unión con los niveles interiores que se convertirán en el factor más importante y gratificante de su vida, y que le aportarán la mayor felicidad.

 Ya que la suerte y la buena fortuna siempre le vienen a través de la gente que hay en la vida de esta persona, este individuo es uno de los pocos que es verdaderamente feliz cuando dedica todo lo que hace o piensa para complacer a la persona amada. 
Este es el sincero deseo de su alma y tiene preferencia sobre cualquier otro deseo que pueda indicar el estudio de su Carta.
La ausencia de una unión personal con otra persona origina desarmonía y un sentimiento de falta de motivación, dirección y significado en su vida.
Al dar obtiene su mayor felicidad; tratando de recibir es más consciente de que es un ser incompleto.

La Fortuna en la Casa 8

 Este individuo alcanzará su mayor felicidad mediante lo que le otorguen los demás. Examina los valores de los demás y desea saber qué es lo que tanto aprecian ellos. Cuanto más puede descubrir y aplicar esos valores externos a su propia vida, más se enriquece su experiencia.
Sus propios valores, particularmente aquellos que parecen haber dejado de tener utilidad, pueden ser examinados de nuevo y darles una nueva vida y significado a la luz de esos estímulos externos. 
Esta persona aprende ahora la gran virtud de la flexibilidad.

 La polaridad Casa 2ª/ Casa 8ª es un poderoso tira y afloja entre lo que uno debe coger y lo que debe soltar. 
Las posesiones más queridas de este individuo deberían ser valores reales y duraderos. Lo que ha dejado de ser útil y significativo debe ser liberado. Y ésta no es una lección fácil de aprender.

 Quizá más que en cualquier otra posición zodiacal, el individuo debe sacrificar gran parte de su ego con el fin de que la Fortuna en la Casa 8ª funcione a pleno rendimiento.
Busca un patrimonio personal, y tanto si éste toma la forma de dinero, ideas, nuevos valores, enriquecimiento de la sexualidad o satisfacción consciente de la esencia de su ser, debe llegar a comprender que él no es un ser aislado y completo en sí mismo.

 Puesto que su gran fortuna personal siempre le llegará a través de otra persona, tiene que aprender a ser humilde y a saber que los valores que elija expresar pueden acabar siendo menos valiosos que los que le proporcionan los demás.
Por esta razón no debería ser posesivo con sus propios valores. Más bien debería abrirse a una corriente de sistemas de valores e ideas que pueden parecer ajenos a sus principios, pero que de hecho le proporcionan el gozo de regenerar su alma.

-La Fortuna en el Horóscopo. M. Schulman


2 comentarios:

  1. Gracias Miguel, muy útil y efectiva tu información. Muchas bendiciones!

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