NEPTUNO, EL DESTRUCTOR DE FRONTERAS

 Neptuno es un “disolvente de fronteras”, y en sus tránsitos difumina o disuelve la frontera que hay entre nosotros y los demás.

Pero Neptuno derrumba también la frontera interna entre el consciente y el inconsciente, sumergiendo nuestra identidad consciente con contenidos provenientes del inconsciente.

Neptuno, por tanto, socava las fronteras, tanto las que hay entre nosotros y los demás, como las establecidas entre el yo y el inconsciente.

 Perder las fronteras del ego puede dar, en ocasiones, que perdamos el control de los contenidos reprimidos en nuestro subconsciente, con lo cual nuestra identidad presente se ve invadida por partes de nosotros mismos que hasta ahora habíamos conseguido mantener a raya.

 Neptuno a menudo nos enseña, con sus tránsitos, que no podemos confiar en nada exterior para que nos dé un sentimiento de identidad. Solo lo encontraremos mediante una búsqueda interior.

 Este planeta es pues la antítesis de Saturno, porque desintegra las fronteras que éste establece.

Las personas que tienen en su carta una fuerte influencia de Saturno son las que más temen a Neptuno, ya que no les gusta renunciar a lo conocido, seguro o establecido, y tienen miedo a que si se relajan, ya no serán capaces de organizarse como antes.

 Bajo la influencia de los tránsitos difíciles de Neptuno podemos encontrarnos con que nuestro mundo se nos viene abajo. Las estructuras de sostén y los apoyos en los que confiábamos como base de nuestro sentimiento de nosotros mismos se nos escapan, y normalmente nos cuesta reconocer que todo este proceso es necesario para nuestra evolución.

Tal vez morimos a la forma con la que nos conocemos o identificamos con nosotros mismos, pero nos da la oportunidad de recomponernos de una forma nueva.

-H. Sasportas. Los dioses del cambio