martes, 8 de noviembre de 2016

Las fuerzas ocultas de la Casa 12

LAS FUERZAS OCULTAS DE LA CASA 12

Uno puede perderse en el laberinto de su duodécima casa y andar a la deriva y sin timón por la vida, extraviado en un mundo privado y oscuro, con temor de que los demás descubran lo que uno esconde, o sometido a la voluntad de los demás y en franca dependencia de drogas y alcohol.
 O bien puede uno aprender a abrirse y empezar a transformar esas energías en amor, fe o un sentido de trascendencia, y motivarse para expresar externamente esas experiencias mediante sus relaciones, proyectos creativos o su trabajo.
A fin de abrirnos a todas las energías positivas y curativas propias de la Casa 12 (que solemos reprimir para no tomar consciencia de ellas), lo primero que tal vez necesitemos hacer es enfrentarnos con los temores, odios, sufrimientos, pérdidas, humillaciones y todo lo demás que, desde el pasado, nos inhiben e impiden estar despiertos ante nuestro verdadero yo.
Las experiencias asociadas con los planetas de la Casa 12 tienen una gran carga emocional. Uno deposita en ellas mucha energía psicológica.
Cuanta más energía reprimimos menos energía disponemos para la vida diaria. Entonces uno se agota física y emocionalmente. Además, cuanto más nos negamos a prestar atención a la existencia de estas energías que tanto nos asusta mirar de frente, más se desarrolla tanto el falso ego como la imagen distorsionada que tenemos de nosotros mismos, independientemente de nuestro verdadero ser. Nuestra consciencia acerca de nosotros mismos se vuelve muy limitada y empezamos a funcionar como una peonza que siempre gira en pequeños y repetidos círculos, rodeados de un muro que formamos a nuestro alrededor impidiéndonos darnos cuenta de nuestra esencia total.
Debemos entonces estar defendiéndonos continuamente contra las fuerzas extrañas, existentes dentro y fuera de nosotros, que amenazan la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos.
Estas energías que reprimimos no sólo operan de manera compulsiva e indirecta, o a través de las personas y experiencias que atraemos, sino que también cuando estamos estresados, agotados o agobiados, esas energías reprimidas tienden a hacer eclosión y logran controlar nuestros sentimientos y comportamientos, de una manera a menudo dramática, o cuanto menos humillante para la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos.
Cuanto más nos neguemos a reconocer estas energías, más las sentiremos como fuerzas extrañas que se hacen dueñas de nosotros y son una amenaza para nuestro ego, para nuestra valía personal y para nuestra capacidad de controlarnos.
Por lo común deberemos reconocer la presencia de estas energías, experimentarlas emocionalmente y empezar a aceptarlas antes de que ellas empiecen a transformarse.
A medida que esas energías se vuelven conscientes y son aceptadas, los Planetas y Signos de nuestra Casa 12 empiezan a revelar sus dones ocultos y a integrarse con el resto de nuestra vida.
Podemos acudir a psicoterapia, si lo consideramos necesario, o practicar alguna forma de meditación, o trabajar con los sueños, llevando un diario de lo que nos dicen éstos, para facilitar el proceso de recuperar e integrar las distintas facetas del yo.

Cualquiera que sea el método utilizado, surgirán y saldrán a la luz sentimientos molestos, que nos incomodará el mirarlos de frente. No es necesario que los combatamos, sino que deberemos dejarles espacio para que, lentamente vayan modificando la imagen distorsionada que teníamos de nosotros mismos, nuestras actitudes y pautas de comportamiento inmaduras.
Necesitaremos aprender a dejar de juzgarnos por esos sentimientos y pensamientos molestos, como si éstos fueran partes de nosotros. Con el tiempo, es probable que lleguemos a desarrollar fe y confianza en nuestra capacidad de atravesar y transcender esos sentimientos negativos, hasta que conectemos con los sentimientos positivos que se esconden tras ellos.

Cuanto más material haya reprimido, más tiempo puede necesitar para digerir este material nuevo; pasar del dolor de reconocerlo a su aceptación y luego, al amor, a la alegría y a la energía que fluye libremente, pero que está encerrada detrás de todo aquello.

Aunque las dificultades de la duodécima casa sean muchas, es probable que sus dones sean también innumerables. La Casa 12 no sólo indica nuestras debilidades ocultas sino también nuestras fuerzas ocultas.

-Extractado del libro: “Su Yo secreto”, de Tracy Marks.






2 comentarios:

  1. hasta ahora son solo dificultades-fobias,complejos,etc

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    1. Entonces el trabajo está a medio hacer.
      O no comprende uno realmente lo que sucede dentro de sí, o hace falta algo más de tiempo para que todo encaje suavemente en nuestro interior.
      Puede que para ello tengamos que dejar de juzgarnos y empezar a amarnos, a pesar de nuestras imperfecciones.

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