Plutón rige todo lo que está oculto, enterrado dentro de nosotros o en el mundo a nuestro alrededor.
Su casa natural es la 8ª: sexo, control, muerte, crisis, renovación, etc. Y es el regente moderno de Escorpio.
Cuando este planeta transita a otro de nuestra carta natal, lo que Plutón intenta es sacar a la luz de la conciencia todo lo que pueda tener ese planeta escondido, no trabajado, o en desequilibrio, sea por exceso o carencia.
Si transita al Sol natal, Plutón sacará afuera lo que este pueda tener en su interior.
Si la persona no ha conseguido expresar constructivamente su real identidad ahora es el momento de que lo haga.
Plutón hará que te des cuenta de las partes débiles que han dificultado que seas tú mismo, y reforzará tu autoestima y tu capacidad de defenderte y de luchar por tus intereses.
Dependiendo del aspecto que haga al transitar, la energía se expresará de una forma o de otra, pero independientemente del aspecto el propósito del tránsito será el mismo.
La diferencia estará en que cuando el aspecto es armonioso o fácil (sextil o trígono), Plutón nos invitará a que hagamos los cambios pertinentes, ayudándonos a realizarlos lo más suavemente posible.
En cambio, con los aspectos tensos o difíciles (la conjunción, que en este caso suele ser difícil, la cuadratura y la oposición), Plutón nos obligará a que demos los cambios necesarios a nuestra vida o forma de ser o actuar.
Si respondemos positivamente al desafío del tránsito, a pesar de que normalmente suele ser muy incómodo y a veces trastornador, conseguiremos avanzar un paso más en nuestra evolución y madurez.
Si respondemos negativamente, o no respondemos en absoluto intentando que las cosas se arreglen solas, o que todo siga como hasta ahora, lo pasaremos muy mal.
Los problemas habituales con estos tránsitos son la depresión, compulsividad, ataques de pánico y paranoias.
La tensión interior debida a no actuar y sacar afuera la tremenda presión interna que pudiéramos sentir, puede hacer que somaticemos en el cuerpo como enfermedad dicha tensión.
La parte del cuerpo regida por el planeta transitado es un gran candidato a desestabilizarse y enfermar.
En el caso del Sol éste rige el corazón (por Leo) y los ataques al corazón y las taquicardias son muy habituales con los tránsitos difíciles, si la persona no hace el esfuerzo necesario de cambio.
Cuando Plutón transita a la Luna (Cáncer) esta rige los pechos y el estómago, y un cáncer de pecho o una úlcera de estómago pueden ser la respuesta del cuerpo a tanta tensión no sacada afuera.
Con Mercurio los problemas nerviosos o el caos mental.
Con Marte las depresiones o los accidentes; el cáncer de algún tipo aquí es una posibilidad, por la tremenda energía bloqueada que pudiera tener Marte si no hacemos nada durante el tránsito, más que echar la culpa a “Plutón”, al marido o mujer, a las circunstancias de la vida o a la infancia, todo menos hacer algo de una vez y actuar.
Con Venus las enfermedades venéreas y urinarias son posibles.
Con Saturno los huesos, los dientes, la piel, son víctimas de las tensiones acumuladas.
Y así con todos los demás planetas de nuestra carta natal.
Con el Ascendente transitado el cuerpo físico puede alterarse.
Con el Medio Cielo la profesión se puede venir abajo.
No es necesario que todo esto suceda, pero cuando ante un tránsito de Plutón nos negamos a actuar y cambiar lo que deba ser cambiado, estas complicaciones mencionadas suelen ser habituales.
Comprendamos pues la importancia que tienen estos tránsitos en nuestra vida, ya que son la gran oportunidad que tenemos de cambiar de verdad, y de ser más reales y adecuados a nuestra verdadera esencia, tal cual tenemos reflejada en la carta natal.
Cuando Plutón transita a un planeta natal o ángulo de nuestra carta (Ascendente, Medio Cielo, etc.) la duración del tránsito es de unos 3 años. Unos 3º aplicativos (se suele sentir con 5º aplicativos su energía), y hasta que se separa unos 3º del planeta transitado.
Cuando Plutón transita a una casa natal la duración media es de unos 18 años, notándose su efecto sobre todo cuando entra en la cúspide de la casa, cuando aspecta a algún planeta que tengamos en esa casa, o que durante su tránsito por esa casa aspecte a otros planetas natales de la carta, y cuando va a salir de la casa transitada.
Los tránsitos de Plutón son los más difíciles y transformadores que existen.
Sabiendo lo que nos está “pidiendo” el tránsito, y comprendiendo el desafío que nos está planteando, podemos salir renovados, mejorados y transformados, cuando Plutón termine de hacer su trabajo: cambiarnos para mejor.
-Tránsitos y conciencia. Miguel Caparrós