jueves, 14 de mayo de 2020

LA FORTUNA EN LOS SIGNOS (Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis)

La Fortuna en Sagitario
 En este caso el individuo siente la energía de una plena libertad. Busca espacios abiertos, tanto mentales como físicos, y evita encerrarse en situaciones y circunstancias que limiten sus posibilidades.
De todos los signos del zodíaco, éste es el que posee la mayor capacidad para experimentar una vida dichosa. La existencia puede ser para él naturalmente espléndida y feliz.
Cuando esta persona no teme probar suerte, descubre que es afortunada por naturaleza. Cuando no teme viajar, descubre que su mayor fortuna se encuentra en los lugares más remotos, lejos de su hogar.
A medida que pasan los años, su vida sigue expandiéndose y, casi a pesar de sí mismo, las circunstancias y experiencias por las que atraviesa parecen seguir creciendo más y con más significado.
Sabe constantemente lo que piensan los demás. Ve cuánto tiempo de vida puede gastarse tratando discretamente de agradar a los demás antes que tratando de expansionar la conciencia, hasta el punto en que uno comprende lo innecesario que es en realidad dicho pensamiento.

 Tremendamente curioso, pretende vagar por el mundo en busca de todo aquello que quiere probar en la vida. 
Obtiene una enorme felicidad acercándose a la naturaleza, y se encuentra más incómodo en ciudades atestadas de gente que tienden a reglamentar y limitar su pensamiento, y restringen su capacidad de respirar con el espíritu natural de la vida que fluye dentro de él.

 La persona con la Fortuna en Sagitario sabe que siempre le aguardan nuevas experiencias que le aportarán más felicidad y satisfacción. 
Así, existe una fuerte tendencia a proyectar hacia el futuro e imaginar las experiencias y lugares con los que llenar ese futuro.
Esta tendencia constituye la base del carácter profético de Sagitario. Tanto si ve lo que ocurrirá a través de su instinto, como por su gran fuerza de voluntad, obtendrá un futuro conforme a sus deseos.
La mayor felicidad deriva de saber que no hay nada más importante en la vida que vivirla plenamente. Y el mayor obstáculo para su felicidad es tratar de verse a través de los ojos de los demás.

 La persona con la Fortuna en Sagitario debe aprender que la felicidad es algo que no puede transferirse necesariamente de una persona a otra.
Es a través de esa espontaneidad no dirigida que puede acercarse a lo que Buda quería decir cuando indicaba que el verdadero sentido de la vida es sólo “ser”.
Para este individuo el cuerno de oro al final del arco iris es tan real como el sentido de presencia que es capaz de experimentar a cada momento.

La Fortuna en Capricornio
 Aquí, el individuo alcanza su mayor felicidad contemplando cómo su vida asume una forma y estructura definidas. Esta persona tiene muchas ambiciones y esperanzas, pero sigue descontento, puesto que los pasos necesarios para su realización deben ser formulados y establecidos en movimiento.
Trata de mantenerse en contacto con su propósito fundamental en todo momento, y sabe que el mejor modo de experimentar plenamente la vida es emplearla en crear algo que sobreviva a su propia existencia.
Se esfuerza en superar las limitaciones que sufrió en su juventud. Es capaz de desarrollar una fuerza interior que le permita ver que su vida está en sus manos y en sus actos.
No quiere necesariamente que las cosas le lleguen fácilmente, ya que siente que la naturaleza frívola y transitoria de la mayoría de experiencias, objetos e incluso relaciones, resten valor al gran objetivo que se ha planteado.
También necesita saber que es capaz de hacer una valiosa contribución a la sociedad.

 La energía de Capricornio le impulsa hacia la realización de proyectos, y la energía de Cáncer, el signo opuesto, le ayuda a experimentar el entusiasmo emocional de dar a luz el principio de las cosas.
Para que la Fortuna funcione mejor aquí, debe educarse y orientarse la emoción. Ésa es quizá la tarea más difícil que deba llevar a cabo una persona.
En realidad todo lo que el individuo siente puede actuar como un impedimento para todo lo que realmente quiere hacer.
Inseguridades de la infancia, miedos y dudas sobre sí mismo deben dejarse a un lado, de modo que sea capaz de desarrollar la perspectiva que le permita ver que el trabajo de su vida es más importante que esas emociones.
Cuando esta persona pueda hacer esto, desarrollará una nueva identidad, a través de la cual él se pueda convertir en la calidad y cantidad de todo lo que sea capaz de producir.

 Esta posición de la Fortuna retrasa la felicidad hasta las postrimerías de la vida. Eso permite el desarrollo de una verdadera madurez, ya que el individuo debe superar formidables obstáculos que requieren fuerza y destreza perfectas para tan duro trabajo.
A través del signo opuesto Cáncer, tiene que aprender que en realidad las emociones negativas agotan sus energías físicas, impidiéndole alcanzar el sentido de progreso que necesita para continuar.
Es sumamente sensible a las necesidades de los demás, y particularmente vulnerable a nivel emotivo personal. 
Así, para que su Fortuna funcione a pleno rendimiento, debe aprender a evitar los embrollos emocionales negativos que le confundan y debiliten su sentido de autorrespeto.

 Su mayor felicidad llegará cuando se dé cuenta de las formas en las que es un individuo totalmente capaz. En un sentido muy real se convierte en su propio padre.
Aprende a guiarse a sí mismo, e independientemente de las situaciones y circunstancias de su vida, desarrolla la capacidad de funcionar a niveles generalmente inasequibles para la mayoría de la gente.

 Capricornio es un signo de gran profundidad. Siempre hay algún plano subyacente en sus acciones; un camino junto con un sentido de la intención bien definido le ayuda a viajar hacia el objetivo elegido. Incluso las desviaciones entran a forma parte del plan.
No puede haber vagas abstracciones o generalidades para este individuo, ya que en esencia la recompensa de felicidad de la vida procede de estar seguro de su destino en todo momento.
El cuerno de oro al final de este arco iris se consigue tras muchos años de esfuerzos orientados a lo largo del derrotero específico que ha trazado.
Sabe que sus logros no son fruto de la suerte o de la buena fortuna, sino más bien de una orientación de sus poderosos esfuerzos y de su valía interior.
Cualquier cosa que consiga será conocida como un símbolo de este desarrollo interno que constituye el cuerno de oro.

La Fortuna en Acuario
El individuo experimenta aquí su mayor felicidad fluyendo con las energías del conocimiento y la iluminación.
Libre de los límites que establece la sociedad, ilimitado por los confines de una expectativa previsible, es capaz de experimentar todo lo que existe fuera de los límites de la sociedad establecida.
Trata de saberlo todo, acerca del hombre, del mundo, del universo. Quiere saber cómo tantos aspectos de la vida aparentemente diferentes consiguen encajar entre sí.

 El objetivo de la Fortuna en Acuario es un sentido de inconformismo. Su felicidad deriva de comprender que las cosas pueden ser diferentes, sin que una sea mejor o peor que otra.
Es gracias a esa actitud que es capaz de ver claramente las consecuencias de emitir un juicio.
Es justo e imparcial por naturaleza. Y dado que es imparcial, y que no se involucra demasiado en los principios personales de los otros, el mundo le concede la libertad de explorar su propio despertar.
Nunca tiene que seguir la trayectoria de los demás. La dirección de su brújula siempre la establecen las nuevas ideas que estimulan la inventiva y la originalidad de su perspectiva.
A menudo busca la soledad para poder alejarse de las demandas de la sociedad tradicional, pues su felicidad no se basa en las leyes o restricciones de los hombres, sino en el impulso de las fuerzas del cosmos que aportan al hombre sus mayores capacidades.

 Pocas cosas pueden conmocionar a la persona con la Fortuna en Acuario, porque hay espacio suficiente en su conciencia para aceptar la posibilidad de que cualquier acontecimiento pueda tener lugar.
Vive en el futuro, explorando y descubriendo aquello que la humanidad considera como sus posibilidades más remotas. 
Es un auténtico espíritu libre: liberal en sus ideas y poco convencional en sus actitudes.
Encontrará su mayor felicidad cuando no sienta miedo o vergüenza de sus actitudes imparciales e inconformistas.
En cuanto esta persona se acepte a sí mismo como “diferente”, y a sus deseos e ideas como únicos, incluso proféticos por su carácter vanguardista, empezará a desplegar la realidad que ha estado anhelando su alma.
La felicidad de este cuerno de oro no es solamente para el individuo, sino para todos.

La Fortuna en Piscis
 Aquí el individuo tiene la oportunidad de experimentar la suma de las energías creativas del zodíaco. 
Esta persona está en armonía con las fuerzas del cosmos de las formas más sutiles. Experimenta la unidad de todas las cosas, puede adaptarse a cualquier vibración y satisfacer cualquier necesidad.
La Fortuna situada aquí permite que experimente la alegría de trascender el tiempo, el espacio y el pensamiento. 
La poderosa intuición y sintonización con las fuerzas cósmicas que derivan de la Fortuna en Piscis, otorga al individuo un carácter magnético y misterioso. Da la impresión de que esta persona conoce íntimamente lo desconocido.

 ¿Podría existir una felicidad mayor que la de sentir la eterna unidad de Dios? ¿Cómo podría existir en la tierra algo que no fuera un reflejo de lo que no es terrenal? ¿Cómo podría existir nada que no procediera de un estado mental?
A partir de formas que están más allá de la comunicación verbal, este emplazamiento de la Fortuna en Piscis hace que uno conozca la esencia de la realidad.
En efecto, este individuo se encuentra entre el mundo de Dios y el del hombre, y sabe que ambos son uno. Experimenta esa unidad.

 La felicidad deriva de una silenciosa comprensión que le permite discurrir suavemente a través de las experiencias de la vida.
El cuerno de oro al final del arco iris es, de hecho, el propio arco iris.
La Fortuna en Piscis proporciona una ventaja distinta de saber que, a fin de cuentas, la vida, el mundo de las ideas y sus limitaciones, sólo son una apariencia.
La alegría y la felicidad proceden de su armonización con los niveles superiores de la conciencia.
Mediante su compasivo deseo de ayudar a configurar un mundo más amoroso, sus esperanzas, sus sueños y deseos crean una conciencia más hermosa para su prójimo.
Cualquier cosa que pueda imaginar se convierte en parte de su realidad.

-La Fortuna en el Horóscopo. M. Schulman


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