Quirón en Escorpio y Casa 8

 Con Quirón aquí nuestras heridas más profundas suelen seguir presentes en nuestra vida de adultos, y nuestra vida emocional puede haberse quedado fijada en una etapa infantil.

 Por eso es importante que estos nativos tomen contacto con la vida emocional que tuvieron en su primera etapa instintiva, tanto en sus extremos negativos de rabia, voracidad, envidia destructiva, depresión y culpabilidad, como con los positivos: su amor, su profunda vitalidad y su capacidad de crecimiento; importantes éstos para tener una vivencia profunda del aspecto positivo de su vida emocional y de su conexión con los demás.

 Estos nativos suelen tener que enfrentarse con la muerte desde pequeños, por algún trauma de nacimiento, alguna enfermedad grave que hubiera puesto en peligro su vida, por la muerte de alguno de sus padres o por cualquier otra experiencia de proximidad con la muerte.

 El crecimiento emocional suele ser bastante tumultuoso, y a veces parece que todo fuera cuestión de vida o muerte.

 Por debajo de su baja autoestima, de la facilidad con que se sienten mal, indignos y -sin saber por qué- equivocados, es posible que estos nativos teman a su propio potencial destructivo y se impongan un riguroso control emocional, destinado a proteger a los demás de él.

 Con este emplazamiento, la destructividad emocional inconsciente y no reconocida, puede ser proyectada sobre otras personas, y entonces el individuo se vuelve bastante paranoico y vive preocupado por protegerse de alguien que le persigue, real o imaginario, procurando continuamente burlarlo o aplacarlo.

 Las raíces de tan incómodos sentimientos se hunden en la temprana relación con su madre: el niño la quiere, la necesita para su supervivencia, y sin embargo teme su tremendo poder, puesto que ella puede satisfacer sus deseos o negarse a hacerlo.

 Querría devorarla totalmente, tragársela para que ella jamás pudiera abandonarlo; todas sus emociones, las positivas y las negativas, tienen este carácter devorador.

 Estos nativos pueden necesitar mucho tiempo para perdonar a quienes los han herido, y son incapaces de fingir que los perdonan.

 Pueden tener mucho beneficio de la terapia de renacimiento (Rebirthing) o cualquier otra similar, ya que en ocasiones el trauma real del nacimiento es el punto clave de su condición de estar herido, y por lo tanto, también de la sanación. 

 Los nativos con este emplazamiento saben, o se imaginan, que no fueron un hijo deseado. 

 También es probable que el nacimiento haya sido físicamente muy traumático para la madre, o que haya creado dificultades económicas. 

 La madre puede haber sacrificado, a regañadientes, seguir una carrera en aras de la maternidad, y quizás al reprimir su resentimiento no haya podido evitar que a su hijo se le hiciera dolorosamente evidente.

 Es frecuente, con este emplazamiento, que los nativos se sientan heridos en el dominio de la sexualidad: el incesto, los malos tratos y aterradores episodios de sadismo y violencia suelen ser acontecimientos frecuentes, ya sea en la vida real o en la fantasía de estas personas, que pueden recibir o infligir heridas tremendas (pero también curarlas) por medio de sus experiencias sexuales, que para ellos son siempre motivo de confrontación con sus sentimientos más profundos.

 Sin embargo, si pueden reconciliarse con su temprano sentimiento de estar heridos, pueden ser muy  afectuosos y mostrase tiernos como pareja sexual, como padres, terapeutas o maestros, porque entienden lo que es sufrimiento emocional.

 El camino de estos nativos puede conducirlos al "corazón de la oscuridad", porque la vivencia que tienen de las cosas es muy profunda.

 Su viaje personal incluye generalmente alguna confrontación con la muerte, o con tener que pasar por la experiencia de vivir alguna fuerte crisis mental y emocional.

 Sin embargo, si el nativo puede reconocer los elementos transpersonales que hay en su propia experiencia (esos intentos del espíritu que llevamos dentro por crear una nueva y más amplia visión de nosotros mismos y de la vida, mediante esas experiencias vividas), entonces esa comprensión podrá guiarlo hacia una seguridad y una regeneración de su vida, una compasión y una profundidad personal nuevas, en vez de quedar prisioneros del odio y el rencor.

 Estos nativos tienen la capacidad de ver por debajo de la superficie de la vida, y de penetrar en la oscuridad, cosas que la mayoría de las personas prefieren ni mirar, ni enterarse.

 ¿Cómo se puede llegar a alcanzar estas capacidades tan profundas, si no es "gracias" a las difíciles experiencias que hemos tenido que pasar a lo largo de nuestra infancia y vida posterior?

 Las heridas de Quirón son también sus grandes dones de sanación y sabiduría, después de haber aprendido la lección que, al igual que con Saturno, traemos marcada en nuestra Carta Astral como experiencias a vivir.

 Este emplazamiento nos ofrece la oportunidad de aceptar profundamente el lado oscuro de la vida, sin identificarnos con él y sin intentar cambiarlo.

 Lo que se nos pide, en este caso, es que abarquemos nuestras propias profundidades emocionales y una amplia gama de sentimientos positivos y negativos.

 Quizá empecemos a sentirnos más cómodos en la vida después de habernos enfrentado conscientemente, de alguna manera, con la muerte.

 Tal vez necesitemos también aprender a no rechazar ni desdeñar la visión de otras personas que sean más alegres que nosotros.

 En tanto que sanadores, es probable que puedan ayudar a quien está atrapado en el dolor y la oscuridad, ya que su propio don es el conocimiento y la experiencia de estos ámbitos.

-Extractado del libro: Quirón, de Melanie Reinhart