SELENE, LA DIOSA LUNAR
En la mitología griega Selene es la personificación
de la Luna, la Reina de la noche.
Es también hermana de Helios, el Sol. Cuando
el Sol termina su viaje por el cielo diurno, entonces comienza el reinado de la
diosa Selene, que recién bañada en las aguas del Océano, sale y recorre el
firmamento montada en su carro de plata, con una media luna sobre su cabeza y
portando una antorcha.
En la Carta Astral, el Sol y la Luna forman un
binomio:
los Luminares. Y junto al Ascendente son las energías que mejor reflejan a la
persona.
La Luna representa nuestro mundo emocional, las
aguas
del océano y de nuestro inconsciente personal, y al igual que ella influye en
las aguas del mundo (las mareas, con su pleamar y su bajamar), así influye en
nuestros estados de ánimo y en nuestros “humores”.
Estudiando la luna en nuestra Carta Natal veremos
cómo fue nuestra infancia, cómo veíamos a nuestra madre y los hábitos y
patrones de respuestas semi- inconscientes que solemos tener.
El Signo, la Casa y los Aspectos que tenga nuestra
Luna nos darán una información valiosa y muy precisa sobre todos estos asuntos.
Tomemos un ejemplo cualquiera: si nuestra Luna está
en el Signo de Capricornio, probablemente en nuestra infancia sufrimos algún
tipo de carencias o dificultades (por Saturno, el regente de Capricornio), y
percibíamos a nuestra madre como alguien un poco fría y poco demostrativa de
los afectos, o tal vez estaba siempre muy atareada y no tenía tiempo para
nosotros.
Si nuestra Luna natal cae en la Casa 2, la de los
valores y dones innatos, probablemente nuestra madre nos inculcó su sistema de
valores, el cual asumimos como propio, sin cuestionarlo.
Tal vez la tarea de
una gran parte de nuestra vida
sea entonces descubrir nuestro propio sistema de
valores, independientemente del familiar.
Y en cuanto a los Aspectos que nuestra Luna reciba,
estarán dándonos más información sobre todo esto
expuesto anteriormente.
Si tenemos la Luna en Cuadratura a Júpiter, tenderemos
a ser emocionalmente insatisfechos, pues
nunca tendremos suficiente para calmar nuestras ansias de lo que sea.
Si, en cambio, tuviéramos a la luna en Sextil a
Mercurio, posiblemente seremos más hábiles a la hora de manejarnos
razonablemente bien con nuestras necesidades emocionales. Y es muy probable que
nuestra madre atendiese, en este caso, suficientemente bien nuestra necesidad
emocional, tal vez contándonos cuentos o escuchándonos solícitamente cuando le
hablábamos.
Y en el supuesto ejemplo que hemos expuesto: Luna
en
Capricornio, en Casa 2 y en Sextil a Mercurio,
posiblemente seamos capaces de
ganarnos nuestro sustento mediante alguna profesión relacionada con Mercurio
(enseñanza, comercio, trabajos artesanales o manuales, etc.)
La Luna y la
madre tienen una influencia enorme
en cómo vemos al mundo, y en la
manera como nos
relacionamos con él.
-ASTROLOGÍA Y MITOS
-Miguel Caparrós
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