domingo, 11 de diciembre de 2016

Selene, la Reina de la noche


SELENE, LA DIOSA LUNAR

En la mitología griega Selene es la personificación de la Luna, la Reina de la noche. 
Es también hermana de Helios, el Sol. Cuando el Sol termina su viaje por el cielo diurno, entonces comienza el reinado de la diosa Selene, que recién bañada en las aguas del Océano, sale y recorre el firmamento montada en su carro de plata, con una media luna sobre su cabeza y portando una antorcha.

En la Carta Astral, el Sol y la Luna forman un 
binomio: los Luminares. Y junto al Ascendente son las energías que mejor reflejan a la persona.

La Luna representa nuestro mundo emocional, las 
aguas del océano y de nuestro inconsciente personal, y al igual que ella influye en las aguas del mundo (las mareas, con su pleamar y su bajamar), así influye en nuestros estados de ánimo y en nuestros “humores”.

Estudiando la luna en nuestra Carta Natal veremos cómo fue nuestra infancia, cómo veíamos a nuestra madre y los hábitos y patrones de respuestas semi- inconscientes que solemos tener.
El Signo, la Casa y los Aspectos que tenga nuestra Luna nos darán una información valiosa y muy precisa sobre todos estos asuntos.

Tomemos un ejemplo cualquiera: si nuestra Luna está en el Signo de Capricornio, probablemente en nuestra infancia sufrimos algún tipo de carencias o dificultades (por Saturno, el regente de Capricornio), y percibíamos a nuestra madre como alguien un poco fría y poco demostrativa de los afectos, o tal vez estaba siempre muy atareada y no tenía tiempo para nosotros.

Si nuestra Luna natal cae en la Casa 2, la de los 
valores y dones innatos, probablemente nuestra madre nos inculcó su sistema de valores, el cual asumimos como propio, sin cuestionarlo. 

Tal vez la tarea de una gran parte de nuestra vida
sea entonces descubrir nuestro propio sistema de valores, independientemente del familiar.

Y en cuanto a los Aspectos que nuestra Luna reciba, 
estarán dándonos más información sobre todo esto 
expuesto anteriormente.
Si tenemos la Luna en Cuadratura a Júpiter, tenderemos a ser emocionalmente  insatisfechos, pues nunca tendremos suficiente para calmar nuestras ansias de lo que sea.
Si, en cambio, tuviéramos a la luna en Sextil a 
Mercurio, posiblemente seremos más hábiles a la hora de manejarnos razonablemente bien con nuestras necesidades emocionales. Y es muy probable que nuestra madre atendiese, en este caso, suficientemente bien nuestra necesidad emocional, tal vez contándonos cuentos o escuchándonos solícitamente cuando le hablábamos.

Y en el supuesto ejemplo que hemos expuesto: Luna 
en Capricornio, en Casa 2 y en Sextil a Mercurio, 
posiblemente seamos capaces de ganarnos nuestro sustento mediante alguna profesión relacionada con Mercurio (enseñanza, comercio, trabajos artesanales o manuales, etc.)


La Luna y la  madre tienen una influencia enorme 
en cómo vemos al mundo, y en la manera como nos 
relacionamos con él.

-ASTROLOGÍA Y MITOS

-Miguel Caparrós





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