El
horóscopo ha sido desde el comienzo mismo un instrumento para el estudio de la
individualidad.
La astrología individual no es un mero estudio de lo que le sucederá a la gente en el curso de su vida.
Es un estudio de la vida humana en su totalidad y de todo lo que tiene que ver con ella: el nacimiento, la infancia, las relaciones que se tienen a lo largo de la vida, la propia imagen, las imágenes que se proyectan sobre los demás, la vocación, los sentimientos y la pautas de energía que crea uno a su alrededor.
La astrología individual no es un mero estudio de lo que le sucederá a la gente en el curso de su vida.
Es un estudio de la vida humana en su totalidad y de todo lo que tiene que ver con ella: el nacimiento, la infancia, las relaciones que se tienen a lo largo de la vida, la propia imagen, las imágenes que se proyectan sobre los demás, la vocación, los sentimientos y la pautas de energía que crea uno a su alrededor.
En última instancia, el estudio del horóscopo
es el estudio de casi todo lo que a uno podría interesarle de los seres
humanos.
El
conocimiento, la sabiduría y la experiencia que se necesitan para llegar a
dominar todo esto no se adquieren en ninguna escuela, sino viviendo
conscientemente y con entendimiento.
También
se pueden adquirir mediante el estudio de la astrología, que se autoalimenta. Estudiar astrología puede aportar esas elevadas percepciones que requiere la
vida.
Es posible que, en algún momento de la vida, uno se pierda dentro de su propio universo, y necesite alguna especie de mapa o brújula.
Todos los sistemas de adivinación, incluida la astrología, tienen en realidad el mismo propósito: descubrir dónde se encuentra cada cual dentro de su propio mundo. Entonces podemos volver a conectarnos con el proceso creativo que representa hacer que nuestra vida funcione.
Ninguna de estas técnicas, trátese de la quiromancia, el tarot, la numerología, la astrología o cualquier otra, debería usarse para predecir lo que va a sucederle a alguien, como si las personas no fuéramos más que espectadores pasivos en un universo que está más allá de nuestro control.
Si se predicen acontecimientos, debe dejar bien claro que éstos resultarán únicamente de las energías que en ese momento esté manifestando el individuo, en el caso de que estas energías se encaminaran sin cambio alguno a su conclusión lógica.
Parece
que el horóscopo actúa como un diagrama esquemático de las intenciones que uno
tiene en la vida. Sólo muestra lo que uno va a experimentar porque tiene la
intención de experimentarlo. No es una descripción de lo que va a suceder (es
decir, del destino), sino de lo que uno es y de la forma que va a dar a su
propia vida.
-Robert Hand- “Los símbolos del horóscopo”.
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