sábado, 1 de octubre de 2016

EL AMOR HACIA UNO MISMO

Si carecemos de amor por nosotros mismos, también tendremos muchas otras carencias en la vida, especialmente en la esfera de las relaciones.                      
Si no nos amamos ni nos respetamos a nosotros mismos, jamás podremos creer realmente que otra persona pueda amarnos y respetarnos. Y si nosotros no valemos lo suficiente, no encontraremos a nadie que valga más. 

El amor más importante es el amor por nosotros mismos.

Aunque esto pueda sonar a egoísmo, no lo es; si no nos valoramos ni nos respetamos a nosotros mismos,
no podremos dar ni recibir amor sin un montón de difíciles y desagradables complicaciones.

El amor intrapersonal quiere decir amarse a uno mismo; se refiere a amar, aceptar y establecer una relación con lo que uno tiene dentro de sí; significa amarse y aceptarse a uno mismo por entero, incluyendo las partes sucias, feas, primitivas y repugnantes.  
No podemos transformar nada que estemos condenando o negando. 
Si negamos nuestros rasgos desagradables, ¿cómo podremos hacer algo para cambiarlos?

Si condenamos estos componentes de nuestra naturaleza, lo único que lograremos es que nos resulte más difícil enfrentarnos con ellos.

La aceptación permite que la magia de la sanación funcione: si aceptamos que, debido a nuestra condición humana, nacemos todos con un cierto grado de codicia, lujuria, envidia, torpeza, destructividad o lo que fuere, entonces podremos reconocer esas partes de nosotros mismos y establecer una relación con ellas, y este es el primer paso para hacer un trabajo constructivo con ellas. 

La autoestima que se deriva del hecho de aceptarnos y amarnos por completo, tal como somos, es necesaria para el pleno desarrollo de nuestra individualidad. 
No podemos desarrollar nuestro verdadero ser si no nos asignamos valor alguno a nosotros mismos, ni a lo que queremos alcanzar.  

Si no nos amamos lo suficiente podríamos repetirnos, con tanta frecuencia como sea posible estas palabras: “Por el sólo hecho de existir, me merezco el amor.”
En cierto modo el inconsciente es como un espejo; si le decimos algo con suficiente insistencia, empieza a devolvernos el mensaje, como un espejo devuelve una imagen. 

La psicoterapia y el psicoanálisis te ayudarán, pero yo sé por experiencia que decirte a ti mismo “Por el sólo hecho de existir me merezco el amor” también te ayudará, especialmente si te acuerdas de hacerlo en los momentos en que te sientas menos atractivo, menos digno de amor, más feo, estúpido, avergonzado o lo que fuere. 

La repetición de este mantra quizá no sustituya ni reemplace por completo la necesidad de elaborar las dificultades de la niñez en una situación terapéutica, pero a veces, seguir un atajo es útil… y mucho más barato que varios años de psicoanálisis. 
Intentadlo, que vale la pena.


-Howard Sasportas. “Los planetas interiores”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

(Deja tu comentario. Lo publicaré en cuanto lo vea).