viernes, 8 de marzo de 2019

LAS CASAS DEL HORÓSCOPO: LA CASA 10, O MEDIO CIELO

La décima casa está conectada con nuestras reacciones hacia la autoridad en todas sus formas. 
No sólo a la autoridad de nuestros padres, sino a todas las personas que tengan algún tipo de autoridad sobre nosotros (un maestro, un policía, un juez, un jefe, etc.)

Según el pensamiento psicoanalítico, esto último es producto de lo primero, es decir, tal como vivimos  a nuestros padres como figuras de poder, así lo viviremos con las demás figuras similares posteriormente.

Varias personas, aún teniendo el mismo jefe, pueden experimentarlo de diferentes formas, dependiendo de cómo las vivencias que hayan tenido con sus padres les habrá condicionado para percibir la conducta de ese jefe de un modo u otro. 
Es lógico deducir que esas personas pudieran tener Medios Cielos diferentes. O puesto que el Medio Cielo describe la carrera o profesión, que tuvieran Medios Cielos similares pero con aspectos diferentes, o también que tengan diferentes planetas en la décima casa en sus cartas natales.

La cuestión es que nuestra percepción de la figura de autoridad es tan importante como la clase de persona que ese jefe  realmente sea.
Si esperamos inconscientemente que el jefe sea un tirano, nos comportaremos de manera que, en última instancia, hagamos que ese jefe sea de dicha manera, situación que podría volver a repetirse en los interminables cambios de trabajo que pudiéramos realizar.

Las relaciones entre sus actitudes para con la autoridad y sus posibilidades de triunfo son también muy profundas.
Si usted es demasiado rebelde, o demasiado tímido y complaciente, sus posibilidades de triunfo son bastante menores que alguien que pueda tratar, a esas personas con cierta clase de autoridad sobre nosotros, de un modo más razonable, responsable y equilibrado.

Además, la actitud que uno tenga hacia la autoridad lleva implícita la actitud que uno adopte para llegar a ser uno mismo una figura de autoridad.
Si estamos incómodos con nuestra propia autoridad, tal vez no lleguemos muy lejos en el camino hacia el triunfo, hasta que logremos resolver esa incomodidad.

Muchas personas chocan con un obstáculo imprevisto en su profesión cuando tienen que asumir una posición de liderazgo sobre los demás.
Y sin embargo, ¿cuántos puestos laborales cualificados hay, hoy en día, donde uno no tenga que asumir un papel directivo o supervisor del trabajo de otros, o que deba tener  empleados a sus órdenes? No todos estamos destinados a ser un jefe.

La décima casa muestra también cómo funcionaría uno en un puesto de mando, y hay aquí una conexión lógica con las autoridades originales: nuestros padres.
Vivimos como adultos lo que aprendimos como niños, y ello dificulta que seamos una clase de dirigentes distintos de la forma que experimentamos ésto en la infancia.
Esto se debe a que, consciente o inconscientemente, usamos a nuestros padres como modelos y patrones de conducta, incluido el cómo educar a nuestros hijos y cómo conducirnos cuando ocupamos un puesto de mando.

La mayoría de nosotros asume algunas veces en la vida un puesto de autoridad, aunque sea "solamente" el rol de padre... y el rol de padre es probablemente el único rol posible de más autoridad, en vista del poder real implícito y en la omnipotencia con que inconscientemente nuestros hijos nos invisten.

Con la tendencia hacia estilos de vida alternativos y el desencanto con el materialismo, hay una creciente cantidad de personas que no pueden relacionarse con la idea de  realizar unos estudios y ejercer una profesión.
Tal vez tendremos que llegar a entender más profundamente la décima casa, comprendiendo cómo una persona trata de construir o lograr el éxito profesional en su vida, y el impacto último que éste tenga en la vida de cada uno de nosotros.

Algunas personas con Piscis en la décima casa o Neptuno en ella, por ejemplo, puede que no parezcan ser triunfadores en términos mundanos, porque sus metas no son de este mundo sino, principalmente, de naturaleza espiritual.

Seguramente un estudio de la décima casa, del Medio Cielo, y de todos los aspectos que hay en ella, pueda dar a cada uno de nosotros una clave de esa pregunta vieja y dolorosa: "¿Cuál es el significado último de mi vida? ¿Cuál es mi meta?"

-Fuente: Donna Cunnigham



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