viernes, 25 de enero de 2019

LAS CASAS DEL HORÓSCOPO: LA CASA 3

En estos tiempos mucho es lo que se habla sobre la importancia de la comunicación: entre dos personas que se aman, entre padre e hijo, entre jefe y empleado, o entre grupos diversos de la sociedad.

Si uno cree que los demás no le entienden, que busque en la tercera casa para ver cuán bien se hace entender.
Esta casa muestra tu actitud y tu enfoque respecto a esta habilidad vital.

Sagitario en la tercera casa podría estar muy abierto a invitar a los demás a comunicarse con él, mientras que Escorpio en la tercera casa podría ser muy reservado y desanimar a entablar una comunicación con su modo de hablar mordaz y, con frecuencia, sarcástico.

Cada una de estas conductas puede retroalimentarse, entrando en una espiral de la que es difícil salir: el modo de hablar de Escorpio puede alejar a los demás, entonces esa persona se siente amargada y sola y, de esa manera, se comunica todavía menos.

La persona con Sagitario en la tercera casa, por contraste, tiene experiencias positivas e interesantes con la comunicación porque está abierta y desea aprender, de modo que el deseo de comunicarse sigue aumentando.

Por otro lado, también la persona con Sagitario en la tercera casa podría ser dogmática y reticente a aceptar las ideas de los demás, mientras que la persona con Escorpio en la tercera podría destacar como consejera o terapeuta, por su aptitud para escuchar atentamente y comunicarse en niveles más profundos.

Puesto que la mayoría de la gente manifiesta aspectos tanto positivos como negativos de cualquier signo, el averiguar los problemas potenciales y expresar ese signo en la cúspide de modo positivo podrá ayudar inmensamente a relacionarse con los demás.

La tercera casa gobierna también las actividades y quehaceres mentales de cada día: no se refiere a cuán bien capta uno a Sócrates o a Platón (eso es la novena casa), sino cuán bien equilibras tus relaciones.
Muestra cómo enfocas tales cuestiones, si eres eficiente en ellas, y cómo te afectan.

La persona con Neptuno en la tercera casa, por ejemplo, tal vez no sepa dónde aparcó anoche su coche, pero no te molestes con ella como para dejar de oír la nueva y maravillosa intuición espiritual que se le ocurrió a aquélla esta mañana en la ducha.

A hermanos y hermanas se los asocia tradicionalmente con la tercera casa, pero es más correcto decir que la tercera casa no muestra a las personas reales involucradas sino cómo ellas le afectaron a uno, y cómo las experimentó.

Tal vez tengas a Escorpio en la tercera casa y sientas celos de un hermano, pero al mismo tiempo otro hermano por el que sientes amor podría tener a Libra en la tercera casa.

Un hijo único que anhelara un hermano o una hermana, o incluso que se creara un hermano imaginario, podría tener a Piscis en la tercera casa.

Asimismo, lo importante no es la realidad externa concreta sino la realidad interior, y Ios sentimientos y actitudes que tenemos motivados por esa situación.
No es sólo cómo nos relacionamos con nuestro entorno, sino también, y más importante, cómo tendemos a percibirlo,  más allá de cómo es, debido a la influencia que provoca en nosotros el Signo de la cúspide de nuestra casa 3, y los posibles planetas ahí presentes. 
Ellos son el color del cristal a través del cual miramos al mundo.

-Fuente: Donna Cunningham




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