Durante este tránsito es muy probable que encuentres
desafíos de personas de tu entorno, o de situaciones, que te obliguen a
preguntarte a ti mismo si estás siendo realmente sincero en la expresión de tu
verdadera forma de ser.
En el tránsito de oposición Urano
te obliga a hacerte más responsable de tu propia vida, mientras que durante el
tránsito de conjunción el desafío era el de romper con todo aquello que te pudiera
impedir que te expresases tal como verdaderamente eres.
Urano es el despertador, el que viene
a despertarte a que te sintonices con la más verdadera esencia de tu ser. Y lo
hace rompiendo, y obligándote a que rompas, con todo aquello que puede
impedirlo.
Los efectos más habituales de este
tránsito pueden tener que ver con sucesos repentinos en los que estén
involucrados tu jefe o superior, circunstancias inesperadas que te obliguen a
dar un giro brusco a tu vida, cambios radicales en las relaciones o en tu
pareja (especialmente en aquellas que estén impidiendo tu verdadera forma de
ser), o sucesos repentinos en la salud, normalmente involucrando al corazón o al
sistema circulatorio.
A estas alturas de tu vida te puedes haber acomodado a un
estilo de vida que es práctico y realista; también puede que hayas abandonado
muchas de tus metas e ideales dejándolas por imposible.
Y de este modo, puede que hayas dejado en el camino muchas partes
de ti mismo para poder acomodarte a esa realidad.
Las energías que hayamos podido reprimir durante el proceso
son las que están por debajo de los acontecimientos externos que puedan tener
lugar durante este tránsito.
Urano está intentando que esas energías ocultas que hay
dentro de nosotros salgan afuera y sean encaradas sinceramente, pero con un
tránsito de oposición lo habitual es que sean fuerzas exteriores a nosotros las
que nos obliguen a confrontarnos con todo ello.
Aunque en el fondo somos nosotros mismos los que, inconscientemente, provoquemos que esos sucesos tengan lugar.
Lo que está sucediendo realmente es que ha llegado el momento
de
dejar atrás todo aquello que esté impidiendo que seamos más libres y auténticos.
Ese es el objetivo verdadero subyacente en este tránsito de Urano.
El problema viene, claro está, cuando muchos de nosotros preferimos una vida predecible y sin sobresaltos, antes que una vida de
libertad y de autoexpresión de nuestro verdadero ser, ya que esto produce
incertidumbre y miedo.
De modo que por ello a menudo este tránsito lo vivimos como
un tiempo desagradable y trastornador, porque nos asusta el cambio y lo
impredecible.
A veces durante este tránsito se nos muere la pareja, o un
trabajo, o una forma de vida a la que estamos acostumbrados, y todo esto no es
más que el síntoma de que había llegado el momento de que eso se acabara, ya
que habría cumplido su propósito en nuestra vida.
Urano pocas veces destruye algo que tú realmente necesitas, aunque a veces nos parezca lo contrario.
Hay que prestar mucha atención a la salud durante este tránsito,
ya que la tensión de las energías reprimidas que ahora se activan, pueden
provocar enfermedades en el cuerpo o en el sistema nervioso.
Los problemas de salud que pudieran aparecer ahora son producto de nuestra resistencia al cambio, y a no querer ver esa parte que hay dentro de
nosotros que clama por más libertad y autenticidad.
Los ataques al corazón y los accidentes son probables en este tránsito, si nos empeñamos en seguir reprimiendo la energía que Urano nos está
despertando dentro de nosotros, clamando por un cambio.
Evitemos los sitios peligrosos donde podemos tener un
accidente, y sobre todo, despertemos nuestra conciencia a la necesidad real que
tenemos ahora de que una transformación y un cambio tengan lugar en nuestra vida
y en nuestra forma de expresar ésta.
-Miguel Caparrós. “Tránsitos y conciencia”