lunes, 20 de noviembre de 2017

LA BÚSQUEDA DE LA PAREJA IDEAL


LA CASA 7 Y LA PROYECCIÓN PSICOLÓGICA

Para saber qué tipo de pareja es la ideal para uno tenemos que mirar la casa 7.
Los signos allí presentes, sobre todo el que hay en la cúspide, sus regentes planetarios, y los posibles planetas que pudieran haber en esta casa, nos van a dar una información muy precisa sobre qué tipo de pareja busca mi alma, nos dirán quién es mi compañera ideal, mi “media naranja”, como se suele decir.

Precisamente de esto quiero hoy hablar, de la “media naranja”.

Las energías de nuestra casa 7 están opuestas a nuestro Ascendente. 
Normalmente solemos expresar nuestra personalidad según el tipo de Ascendente que tengamos (a menos que lo tengamos bloqueado), pero hasta que maduramos, ya alcanzada cierta edad, tendemos a buscar afuera, a “importar” la energía y la expresión de nuestra casa 7, llamada la de “los demás”, en oposición al “yo” de mi casa 1 o Ascendente.

Así pues nuestra casa 7 la buscamos afuera, en otra persona que refleje esas características que a nosotros nos cuesta ver como nuestras.
De esa forma buscamos completarnos, encontrar nuestra media naranja que nos haga felices y… ¡así nos va luego!

  En primer lugar, la casa 7 es nuestra, es nuestra propia carta natal, no la de alguien que está ahí afuera.
Por lo tanto nuestra tarea está en conseguir reconocer, aceptar y expresar constructivamente esas energías ahí presentes, pues esa es parte de la misión que hemos venido a realizar aquí, en esta vida presente: expresar la totalidad de nuestra carta natal, de forma madura, equilibrada y constructiva.

Entonces son nuestras relaciones personales, sobre todo con nuestra pareja, lo que nos dará la oportunidad de reconocer esas energías que solemos proyectar en otra persona y reconocerlas como nuestras, y a partir de ahí, aprender a manejarnos con todo eso que se pone en juego.
Por eso dicen que la mejor forma de conocernos es mediante las relaciones más personales e íntimas, pues ellas nos ponen en contacto con una parte de nosotros que difícilmente la haríamos consciente si no es mediante las relaciones, todo lo cual está reflejado en nuestra casa 7.

Lo malo es que, a veces, creemos que el problema o el fallo está en los demás y no en nosotros, cuando no nos reconocemos y vemos el defecto siempre afuera.
Aquello de “ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio”.
O cuando uno dice eso de “todos los hombres/mujeres son iguales”, etc.
Esto es reflejo de que hay un problema sin resolver dentro de nosotros, no afuera, en los demás.

¿Refleja pues la casa 7 la pareja ideal que está destinada para nosotros?
Sí, pero en la medida en que esta pareja nos va a hacer conscientes de esa parte de nosotros mismos ante la cual estamos ciegos, hasta que esa energía comience a despertarse y a actuar en nuestra vida, mediante la relación con ese compañero ideal, y nos hagamos conscientes de esas características que no veíamos antes, y que ahora las vivimos gracias a esa relación.

Y ¿cómo funciona todo esto en la realidad? De este modo lo veo yo:
Si tengo a Neptuno, por ejemplo, en mi casa 7, normalmente no voy a ser consciente de esa energía, y la vida, o mi subconsciente va a hacer que cuando vea a una persona que tenga a su Neptuno muy vivo, tal como un Piscis, un artista, una persona muy sensible o un bohemio… me atraiga irresistiblemente, y hasta puedo llegar a pensar que es mi alma gemela, aquella persona que me complementa perfectamente.
Y, pobres de nosotros, que nos metemos alegremente de lleno en una relación de la que saldremos escaldados a medio plazo.

¿Por qué? Pues porque la lección que nos traía esa pareja era la de hacer de espejo y que así nos hiciéramos conscientes de esa sensibilidad inexpresada que había dentro de nosotros, no para que esa pareja “fuera sensible por nosotros”.

Y esa persona, a menudo, cual burla del destino, será neptuniana de forma negativa: escapista, irreal, mentirosa o con tendencia a evadirse con el alcohol, con otras relaciones secretas, o de alguna otra forma parecida.
Esa es la forma que ha tenido mi subconsciente, de hacerme ver esas partes mías ocultas e inexpresadas, poniéndolas enfrente de mis propias narices.

La lección estará aprendida cuando yo reconozca que ese Neptuno en mi casa 7 es mío, siempre ha sido mío, no de una pareja ideal, y comience a expresarlo de forma consciente y equilibrada, mediante suavizar la dureza o insensibilidad de mi carácter, el interés por el arte, la música, la meditación o cualquier otra forma de expresión positiva de Neptuno.

Y entonces sí, habré encontrado por fin a mi “media naranja” dentro de mí.
Seré una persona completa que me ofreceré por completo a una pareja, no como una mitad, no con partes mías no expresadas, y entonces puede que mis relaciones empiecen a funcionar mejor que antes, cuando buscaba afuera quien me salvara, y que expresara aquello que yo no veía que ya tenía en mi interior.

-Miguel Caparrós. Astrología Psicológica




5 comentarios:

  1. Leer esto fue muy revelador. Entendí cosas que pensé iba a entender en años, y si bien soy muy joven, ya tuve mi primer experiencia (al menos consciente) de reflejar partes reprimidas mías en otra persona; creo que fue viceversa también, como un intercambio que debía suceder. Sigue doliendo, pero no es nada que no se pueda superar.
    De nuevo, esto fue revelador. Gracias por compartir estos conocimientos, realmente son de gran ayuda.

    ResponderEliminar
  2. Me encantó leer esto. Mi casa 7 tiene de cúspide a Acuario (pero sólo los 3 primeros grados), y Piscis abarca el resto. Actualmente tengo a Neptuno ahí (y Júpiter va a regresar). Me resuena completamente lo que comentas, al final, esas características que buscamos “afuera” están en nosotros, y me pasó lo que escribiste de ejemplo cuando no lo veía. Es un cambio de percepción que lo cambia todo. La astrología es una herramienta que puede ser muy útil para ver con más claridad. Muchísimas gracias por la información. Está excelente tu blog, te felicito.

    ResponderEliminar
  3. María A, gracias por tu comentario. Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Hola Miguel! Muy buen artículo, gracias. Tengo a Escorpio en la casa 7 y en la cúspide está Plutón, luego Marte, luego Saturno... y la cúspide de casa 8, tb... no ha sido fácil. Además, esos aspectos cuadran a mi Sol en Acuario, conjunción MC. Puedo decir que la Astrología me ha ayudado demasiado para comprender, pero a veces cuesta cambiar los comportamientos. Aunque pasó Urano por mi AC hace pocos años y he estado viviendo grandes transformaciones, el dolor es mi maestro y la pena vale. Gracias.

    ResponderEliminar

(Deja tu comentario. Lo publicaré en cuanto lo vea).