Tu mundo interior está en plena ebullición. Es como los
dolores de un parto cuando una nueva criatura pugna por salir afuera: nacer. Y
lo que intenta nacer es un nuevo sentimiento de lo que uno realmente es.
Debemos dejar atrás viejos patrones inconscientes que
hacen que nuestra vida no sea todo lo pacífica y fructífera que debiera ser.
Respuestas automáticas semi inconscientes nos traicionan,
a menudo, cuando reaccionamos sin darnos ni quiera cuenta de cómo ni por qué
respondemos así, de forma algo infantil e inmadura ante determinadas
situaciones que nos recuerdan hechos de la infancia: un jefe que nos grita o
nos habla de forma autoritaria y sin tacto, tu pareja sentimental cuando te
dice algo que te acciona algún resorte escondido, un amigo que nos vuelve la
espalda y no nos escucha cuando necesitamos comunicarle algo que para nosotros
es importante…
Y cosas por el estilo que nos sacan de nuestras casillas y
no sabemos por qué nos afectan tanto, respondiendo ante ello de un modo
desproporcionado a la verdadera situación actual, muchas veces.
Todo esto son ecos del pasado, situaciones difíciles,
traumáticas o dolorosas de nuestra infancia que no hemos encarado con madurez
ni hemos resuelto aún.
Pues bien, ahora es el momento de revisar todo esto, y
para ello Plutón se va a encargar de ponernos en situaciones, durante este
tránsito, que nos van a recordar todo aquello, de modo que podamos resolver
ahora toda esa carga emocional y psicológica que nos lastra y dificulta la vida
como adultos maduros.
Podemos tener bastantes discusiones y dificultades con los
padres, con las mujeres en general, y con las relaciones más cercanas e
íntimas, pudiendo haber intentos de manipulación emocional y de control, de tu
parte o de la de ellos.
No caigamos en esos juegos emocionales, tenemos que ser
muy realistas ahora y comprender los motivos ocultos, a menudo inconscientes,
que pueden estar sucediéndonos.
Si somos capaces de sacar afuera y comprender toda la
basura psicológica que podamos tener guardada, puede emerger una nueva persona
emocionalmente más sensata y con una capacidad de relacionarte con el mundo
exterior de forma más eficiente, sin caer en el victimismo de nuestras propias
reacciones emocionales infantiles y no trabajadas.
Todos los cambios que puedan haber en tu casa, en tu
hogar, en estos 3 años que dura el tránsito, son reflejo de los cambios que
pugnan por salir de tu inconsciente, para que los resuelvas.
Una casa se puede reformar y mejorar, una personalidad
también.
A veces este tránsito nos puede traer una relación que nos
fascine, que nos atraiga de forma obsesiva, aun sabiendo que no nos va a traer
nada bueno, y esta relación sería el reflejo externo de una energía nuestra
plutoniana, oscura y fuerte, que llevamos dentro sin reconocer.
Y lo que llevamos dentro y no reconocemos como nuestro nos
traiciona, mientras que si nos hacemos cargo de esa energía la podemos
transformar de modo que nos sea útil para nuestra vida.
Aparte de los efectos externos que nos puedan estar
sucediendo, a nivel interno podemos estar pasando una crisis psicológica en la
cual podemos ser víctimas de impulsos obsesivos y compulsivos que hay dentro de
nosotros y que no sabíamos que existieran.
La tarea ahora es reconocer todo este material reprimido
que pudiera haber dentro de nosotros, de modo que podamos, poco a poco y a
veces con ayuda exterior, equilibrar todo esto.
Este es un tránsito muy trastornador y transformador, como
casi todos en los que entra en juego Plutón. Seamos lo más realistas posibles y
no intentemos volver a “tapar” toda la energía que pueda salir ahora, pues lo
que está en juego es nuestra paz y felicidad venidera.
No queramos controlar a nada ni a nadie, sino comprender
todo ese material emocional y psicológico que hay en juego, al descubierto, y
así saldremos del tránsito renovados y con un conocimiento más verdadero de
quién realmente somos.
-Miguel Caparrós. “Tránsitos y conciencia”
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