Plutón sigue su camino por el
hemisferio inferior, transformando nuestro mundo interior y nuestras actitudes
y pensamientos.
En la Casa 2 Plutón intentará que transformemos nuestro sistema de valores: ¿qué hemos puesto en primer lugar en nuestra vida, el
dinero, las posesiones, el mundo material?
El
dios de las riquezas ocultas viene a que cambiemos lo que esté obsoleto en
nuestro interior, lo que esté de más o de menos en nuestra vida, o lo que ya no
nos sirva para nuestra actual evolución.
Muy a menudo nos obliga a que afrontemos la actitud que tenemos hacia las posesiones, apartándolas de nuestro alcance, por un tiempo al
menos.
El tránsito puede iniciarse con una merma de nuestros
ingresos,incluso con una pérdida de nuestra fuente de ingresos habitual, bien porque
nos despidan del trabajo o porque éste empiece a funcionar mal, obligándonos a
reevaluar la validez de ese trabajo.
Una vez aprendida la lección o el mensaje que nos haya hecho llegar Plutón mediante esta posible escasez económica, normalmente tendremos
una mejora sustancial de nuestros ingresos, a veces haciéndonos cambiar de
profesión o lugar de trabajo con uno más acorde a nuestros verdaderos talentos
y dones innatos, y otras veces simplemente porque ya habremos aprendido a poner en
orden nuestro sistema de valores.
Si el énfasis lo teníamos puesto en el dinero sobre toda otra consideración, tal vez pasar una temporada con pocos recursos económicos nos
haya obligado a valorar otras cosas: la solidaridad entre las personas, el amor
de la familia, tener más tiempo para compartirlo con las personas a quienes
queremos y con los verdaderos amigos, la paz de una vida más relajada y con
menos estrés, etc.
Cada persona lo vivirá según sea la
necesidad que tenga de cambiar las actitudes equivocadas o en desequilibrio;
pero el motivo subyacente, sea cual fuere la situación que podamos vivir ahora,
será la de cuestionar nuestro sistema de valores actual, por si hubiera algo
que cambiar en él.
Otra posibilidad de este tránsito podría ser la de una
persona que le diera poco valor a lo material y al dinero, pero que tuviera una
actitud pasiva ante el mundo laboral, con sus retos y complicaciones, con lo
que su economía siempre hubiera estado bajo mínimos.
Podría ser que esa persona ahora
sintiera que ya había llegado el momento de hacerse cargo de sí mismo y de sus
necesidades, en vez de poner esa responsabilidad en manos de su pareja, padres o quien fuera.
Finalmente todos tendremos que aprender, tarde o temprano,
que tener unos valores éticos, humanos o espirituales es lo único que está en nuestras
manos alcanzar y mantener, pues lo material es muy cambiante y no está en
absoluto bajo nuestro control.
El orden de nuestras prioridades es lo que está bajo
cuestión, cuando Plutón transita nuestra 2ª Casa natal.
-Miguel Caparrós. “Tránsitos y conciencia”
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