miércoles, 3 de febrero de 2021

URANO RETRÓGRADO

El símbolo de Urano no representa tanto la imprevisibilidad del hombre como su lucha por liberarse de la materia o del lado formal de la vida, que obstaculiza todas las posibilidades existenciales que, de forma innata, él sabe que puede alcanzar.
Cuando el planeta está retrógrado, uno se lo toma como una cruzada personal, sintiendo en lo más profundo de sí mismo la responsabilidad del progreso de toda la humanidad.
Así, al individuo no le basta con liberarse a sí mismo. Debe sentir la libertad de cada uno en su propio espacio vital antes de contentarse con el hecho de que la liberación de su propia alma ha penetrado en la materia de todo lo que ve a su alrededor.

-La personalidad de Urano retrógrado:
El individuo con Urano retrógrado muestra una personalidad bastante singular.
En sus niveles más profundos, es un rebelde contra todo aquello que lo ate.
Si es una persona miedosa, puede sentir claustrofobia. Si es una persona atrevida, intentará derribar todo aquello que ya no tiene ninguna utilidad.
No puede contentarse sólo llevándose bien con la vida, ya que existen muchas cosas que podrían enriquecer a la humanidad sólo si la sociedad se desprendiese de todas sus falsas anclas de seguridad.
De hecho, se preocupará si los demás empiezan a aceptarle demasiado, pues entonces sentirá que ha perdido gran parte de sí mismo.
En este sentido, de vez en cuando perderá muchos amigos y conocidos, algunas veces empleos y romances, todo porque la rareza de sus ideas es a menudo demasiado difícil de aceptar por los demás. 
Y sin embargo, años después, cuando la sociedad evoque todo aquello que él presentó una vez, se interesará por cualquier teoría avanzada o actitud que promovió en su momento. De este modo, es un pionero del futuro.
Debido a ello, puede experimentar una gran soledad, pero nunca renunciará al don de su originalidad a cambio del compañerismo de los demás.
Sabe que, por encima de todo, su alma debe ser libre, y apartará de su camino cualquier cosa que impida dicha libertad.
Para aquellos que son capaces de comprenderle, es una de las personas más fascinantes que han escuchado, pues está literalmente lleno de todas las ideas que la humanidad necesita para el futuro de la raza humana.

-El karma de Urano retrógrado:
A nivel personal, Urano retrógrado hace estragos en las relaciones humanas. El individuo experimenta una variabilidad interior que a menudo hace que sea tremendamente contradictorio consigo mismo, al no mantener un centro estable y previsible.
Sus niveles mental y emocional suelen luchar entre sí, de modo que puede razonar algunas cosas que le llevarán en la dirección de lo que le dicte su mente, pero al mismo tiempo, siente otras cosas que pueden conducirle hacia una dirección completamente opuesta.
Vive un karma de aprender a expresar la libertad interior que aporta a esta vida. Y no debe atarse tratando de hacer entrar en razón en todo momento a los demás, o incluso a sí mismo.
Un espíritu libre no siempre aparece para hacer entrar a nadie en razón, ni debería hacerlo.
El hecho es que una lógica permanencia de sentido común en un individuo es más un rasgo saturnino, atado por la rigidez del orden, la disciplina, y el orientarse a sí mismo hacia objetivos específicos.
Pero el individuo con Urano retrógrado no vive tal karma.
Para explorar su ser interior, así como muchos otros reinos de comprensión que la humanidad en su conjunto aún no ha alcanzado, su camino suele ser largo y tortuoso.
Se precipita hacia esa dirección y hacia la búsqueda de las fórmulas que hagan que el mundo funcione. 
Sin embargo, sabe que su búsqueda es un proceso interminable, porque cada nuevo descubrimiento conduce a su vez a otra pregunta.
Puede ser tremendamente feliz mientras otros no intenten imponerle moldes de pensamiento y modelos de conducta a los que él ya ha trascendido.
Ha aprendido a ser independiente en antiguas encarnaciones, y ahora debe usar esa independencia para volver a descubrir y comprender la sensatez que originalmente deseaba.

-Planetas retrógrados y reencarnación. Martin Schulman 



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