Saturno tarda unos 29 años en dar la vuelta al
Zodíaco, y en retornar al mismo lugar que estaba cuando nacimos.
Cuando
Saturno retorna por 2ª vez, cuando hace Conjunción a nuestro Saturno natal, es
un tiempo de madurar, una vez más, un poco más.
Ya
estaremos cerca de los 60 años de edad, nos toca con su energía y nos dice: “Ya
has trabajado mucho hacia afuera, has tenido tu oportunidad de crear cosas,
lograr cosas materiales en el mundo, ahora te toca mirar hacia adentro de ti, y
prepararte para la última etapa de tu vida.”
Si
suponemos que la vida media actual, en Occidente, suele durar hasta los 80 ó 90
años normalmente, ya habremos andado dos tercios de nuestra vida en la Tierra.
Ahora es el
momento de dejar de poner nuestro foco en el mundo exterior, y comenzar a ponerlo
en nuestro mundo interior, de crecer hacia dentro, de conectar con nuestra
esencia.
El cuerpo
ya no responde de la misma manera que antes, necesitamos prestarle más atención
y cuidados, si queremos pasar una vejez con cierta independencia y bienestar.
Nos
cansamos más, como diciéndonos nuestro cuerpo: “descansa más, frena el ritmo,
presta atención a otro tipo de cosas más tranquilas”.
Es tiempo
de crecer hacia dentro.
Si queremos
intentar seguir viviendo como si el tiempo no pasara por nosotros, Saturno nos
hará conscientes de que recién ahora comenzamos una nueva etapa en nuestra
vida: la última.
Mucha gente
hará lo posible y lo imposible por retrasar lo inevitable, el natural deterioro
y ralentización de nuestro organismo.
Es un
tiempo para la sabiduría, para prestarle atención a la Naturaleza, a la
exterior y a la interior.
Si vamos
con los tiempos, Saturno nos recompensará con una vejez y un tiempo de madurez
reconfortante, pacífico y profundo.
No en vano
Saturno es un viejo maestro, además de ser el Guardián del Umbral, una puerta
que conduce hacia un sendero de más sabiduría y realización.
Si no hacemos
caso al viejo maestro, entonces la rigidez y la enfermedad nos pararán de todas
maneras, y no del mejor de los modos.
Como he
leído en algún sitio, si para nuestra sociedad y evolución como especie no
fuera importante que llegáramos hasta los 80 ó 90 años, con toda seguridad nos
moriríamos antes.
Es solamente
que debemos cambiar el foco de atención hacia otro tipo de cosas cuando Saturno
nos visita por 2ª vez.
Las
palabras del sabio Dr. Wayne Dyer lo dicen mejor que lo hago yo:
-“Los
mensajes del amanecer de la vida son sobre lo que sabes y no sabes hacer, sobre
cómo te define la sociedad, pero en el atardecer de la vida, tras el cambio de conciencia,
se trata de estar en sintonía con una energía que se ocupa de todo y de la que
todos estamos hechos.
Algo más se
ocupa de nosotros, así que todo consiste en rendirse ante eso, rendirnos ante
algo que es mayor que nosotros, a lo que estamos conectados y que lo controla
todo.”
Y también:
-“Una de
las cosas más simples que se aprenden en el atardecer de la vida, cuando pasas
a la fase del sentido de la vida, es darse cuenta de que provienes de una Fuente,
podemos llamarla Dios, Tao… no importa como lo nombres.
Esa Fuente
está en todas partes, no hay ni un lugar en que no esté. Por lo tanto también
está en mí.
Si
entiendes esto, de algún modo, ya estás en sintonía, en espíritu con todo lo
que echas en falta en tu vida y te gustaría tener.
No atraemos
en la vida lo que queremos, sino que atraemos según lo que somos.”
Y
nuevamente, dicho de otra manera:
-“Tenemos
que llegar a un lugar donde podamos rendirnos y tener la certeza de que no
estamos solos, que nos van a guiar, que tenemos una Naturaleza y que podemos
confiar en ella.
Déjate
llevar por ella, en vez de intentar controlarlo todo.”
Y por último:
-“A media que
nos adentramos en la fase de sentido de la vida, no es que se deje de ser
ambicioso, sino que combinas la ambición con el sentido: ambicionas otras cosas.
Por lo
tanto tu ambición se torna en objetivo, y tienes que aprender a convertirte en
observador y dar un paso atrás.
Empiezas a
vivir un proceso en que sólo tu Fuente te guía.
Comienzas a
desapegarte del resultado, y ese desapego te permite no tener que pelear más, y
dejar que las cosas se te presenten.
Ya no eres
la persona que hace que sucedan las cosas, sino la que permite que aparezcan.
La lucha ha
desaparecido.”
Y esta es
la diferencia entre ir envejeciendo con gracia y sabiduría, o en ir haciéndote
viejo y sólo sentir que la vida se nos escapa, mientras el estar vivo ya deja
de tener sentido.
Saturno, el
viejo maestro, nos hace su 2ª visita, en el momento en que estamos a punto de
cruzar el umbral de los 60 años, y nos pone delante la penúltima lección: “¿Qué
vas a hacer con la última etapa de tu vida?”
Tú eliges, es tu decisión.
Cuando
Saturno nos haga su tercera visita, ya cerca de los 90 años, si estamos aún
vivos, nos dará la última lección que nos queda: “¿Qué has hecho con tu vida?”,
justo en el momento de llevarnos consigo.
Entonces Saturno
se convierte en la figura de la Parca, la Muerte, la liberación de la carne,
del mundo material, para entrar en el reino de Neptuno, donde las almas son
pesadas en la balanza de la justicia y del amor.
Pero eso es
ya otra historia.
-Miguel Caparrós.
Astrología Psicológica
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