PLUTÓN
Y LAS VIDAS PASADAS
Los
que creen en la reencarnación dicen que
el alma humana recorre un camino hacia
la
perfección, y que para llegar a su objetivo
necesita muchas vidas.
En
cada nueva encarnación llevamos con
nosotros nuestro karma, es decir, las
experiencias
por las que hemos pasado en vidas anteriores.
Lo que hemos hecho
en otras existencias influye en
lo que vamos encontrando en el ciclo actual.
No
me propongo discutir la verdad de la filosofía del
karma y de la reencarnación,
sin embargo, a las
personas que creen en esta teoría puede interesarles
estudiar los tránsitos de Plutón en función del karma
que traemos de vidas
pasadas.
El
tipo de emociones y de sentimientos que moviliza
Plutón no sólo se originan en
la niñez, sino también
en experiencias de vidas anteriores.
Por
ejemplo, si cuando este planeta
forma un aspecto por tránsito con nuestro Venus
natal conocemos a alguien que nos atrae
poderosamente, esto puede significar
que es una
persona a quien conocimos en una encarnación
anterior y que ha
vuelto a nuestra vida porque
todavía nos queda por resolver algo pendiente del
pasado.
O,
bajo la influencia de este tránsito, nuestra pareja
actual puede abandonarnos o
engañarnos porque en
otra vida nosotros le hicimos lo mismo.
La
casa por donde transita Plutón indica también el
ámbito de la vida a través del
cual estamos en
contacto con nuestro karma.
Si
el planeta transita nuestra casa once, por ejemplo,
una situación planteada en
un grupo, o bien con un
amigo, puede movilizar dolorosos ecos de vidas
pasadas.
No
siempre el karma es malo. También las
capacidades, los talentos, los recursos y
los puntos
fuertes que hemos cultivado en vidas anteriores
pueden reaparecer en
nuestra existencia actual.
Por
ejemplo, cuando Plutón recorre la casa sexta, es
probable que volvamos a
descubrir una habilidad o
un don que hemos desarrollado en una vida anterior.
Vistos
en función del karma y de la reencarnación, ni
los acontecimientos positivos ni
las catástrofes con
que nos encontramos en la vida son fruto del azar o
de un
accidente, sino que reflejan la acción de la
justicia divina y sirven al alma
en su viaje de
evolución y de retorno a la fuente divina.
A
muchas personas, entender las dificultades
actuales a la luz de esta filosofía
les puede ayudar a
encontrar significado en lo que tienen que soportar.
Al
hallar una razón en virtud de la cual tienen que
afrontar esas pruebas o retos,
son más capaces de
encontrar las fuerzas y la resolución que les permitan
superarlos de forma constructiva.
Independientemente
de que la teoría sea o no cierta,
si se la entiende con prudencia y se la
aborda con
sentido común, puede ser muy valiosa en momentos
de crisis.
-Howard
Sasportas- “Los dioses del cambio”.
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