URANO EN LA CASA 11 DE LA REVOLUCIÓN SOLAR

Cuando tenemos a Urano en la casa 11 de la Revolución Solar  estamos en un año en el cual las metas que tengamos en mente van a ser reevaluadas. 

Al final de esta Revolución Solar podrías estar haciendo algo totalmente diferente de lo que estabas haciendo hasta ahora. 

No siempre los cambios son iniciados por uno mismo, a veces son las circunstancias, o tal vez otras personas, los que inician el proceso. Por esta razón las metas son, de alguna forma, impredecibles y sujetas a radicales revisiones con el transcurrir del año.

Esos nuevos objetivos que proyectas realizar o que inicias ahora pueden ser muy diferentes de lo habitual en ti, o de tus anteriores expectativas y sueños. 

Aunque a veces puedan ser provocadas por otras personas, de un modo u otro las nuevas metas que persigues son realmente representativas de tus propias necesidades individuales actuales, y te darás cuenta de ello conforme avance el año. 

Este es el momento adecuado para que reúnas lo mejor de tus capacidades y las dirijas hacia la consecución de tus más anhelados sueños.

Aunque puedas ponerte en el lugar de los demás al principio, sin embargo deberás seguir tu propio camino, pues la energía de Urano es básicamente individualista.

Los objetivos que te propongas alcanzar pueden ser tremendamente radicales al comienzo del año, o por el contrario ir evolucionando continuamente durante toda la Revolución Solar. 

De un modo u otro, podrías tener varias intentonas fallidas antes de que logres alcanzar lo que hayas proyectado, ya que mientras vayas avanzando hacia la meta podrías ir adquiriendo nueva información que te impulsará a realizar los correspondientes reajustes. 

 Por otro lado tus amistades pueden estar en un proceso de reajustes y cambios durante el año: antiguos amigos podrían quedarse atrás y otros nuevos ir apareciendo en tu vida. 

Tal vez tú hayas cambiado o evolucionado de forma que ya tengas poco en común con las viejas amistades. Otras nuevas podrían ser más adecuadas a tus nuevas inquietudes. O que te unas a grupos de amigos con los cuales tengas actividades en común.

De todos modos este no es el mejor momento para depender de las viejas amistades o grupos como apoyo, ya que tenderás a funcionar independientemente.

 Urano en la casa 11 implica una fuerte necesidad de libertad si uno persigue alcanzar las metas deseadas durante el año. 

No querrás sentirte limitado por otras personas, por prejuicios o por estructuras anticuadas. Te cuestionarás las normas inútiles que estén en tu camino.

Este es un tiempo adecuado para asumir ciertos riesgos en tu vida, y arriesgarse no significa jugar a lo seguro, sino aceptar cierta incertidumbre en los resultados. 

Las nuevas metas deberían alejarte de tu rutina habitual; sin embargo, para poder alcanzarlas, debes tener la libertad para expandirte más allá de tus límites habituales y buscar nuevas formas de autoexpresión. 

La presión grupal es notoria con este emplazamiento y puede causar un dilema a aquellos que estén en un período de cambio y deban enfrentarse a lo establecido, a las rutinas y costumbres habituales en el grupo en que se muevan.  

Algunos pueden temer lo que los otros puedan pensar de ellos si rompen con lo establecido y comienzan a ser ellos mismos. 

Hay una sensación de “tira-afloja” asociada con cualquier relación, grupo o amistad de la que uno quiera tomar parte, al mismo tiempo que reconoces la necesidad de ser diferente.  

Mantener el viejo entorno y amistades cuando uno está buscando una nueva dirección para su vida puede causar una gran ansiedad. 

En cambio, si buscas y encuentras otro tipo de personas y amistades más acordes a tu nueva realidad personal, podrás obtener apoyo para iniciar esos cambios y para tomar riesgos, al mismo tiempo que  puedes mantener el sentido de pertenencia a un grupo de personas afines, alejando así la posible sensación de aislamiento y soledad, lo cual es contrario al espíritu de la casa 11, la de los amigos y grupos con quienes compartes una misma visión o intereses.

-Astrología Psicológica. Miguel Caparrós